Cómo empezamos a tostar café en Café Colomer
- sabakanasene
- 3 jul
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Actualizado: 6 jul
En Valencia, entre calles tranquilas y barrios llenos de vida, hay un lugar que huele siempre a café en grano recién tostado y crêpes calientes. Es Café Colomer, un proyecto que nació del amor por el buen café y del deseo de compartirlo con la comunidad. Detrás de esta cafetería con tostadora propia está Lola Colomer, quien nos cuenta cómo empezó todo.

Cómo empezó todo
Hace casi una década, Lola y su familia vivían en Granada. Fue allí donde descubrió por primera vez lo que era el café de especialidad. Pequeñas cafeterías con tostadora propia empezaban a aparecer en la ciudad, y en una de ellas vivió una experiencia que cambiaría su percepción del café para siempre: una taza perfecta, servida por una persona que no solo conocía el producto a fondo, sino que además lo preparaba con pasión y respeto.
Desde entonces, su interés fue directo al grano del café: entender el origen, el proceso de tueste, los perfiles de sabor. Aquella experiencia plantó una semilla que pronto florecería en forma de proyecto propio.
El nacimiento de Café Colomer

Cuando regresaron a Valencia, Lola ya tenía claro lo que quería hacer.
El concepto estaba definido en su cabeza: una cafetería con tueste propio, en un barrio agradable, con un enfoque cercano y auténtico. Pero para hacerlo realidad, necesitaba algo más que ilusión. Así que decidió formarse. Viajó a Barcelona para aprender a tostar café con los mejores profesionales del momento. Fue una inversión de tiempo y esfuerzo que, poco después, daría fruto.
Así nació Café Colomer, un espacio que no es solo una cafetería. Es también un tostadero y una crepería, donde todo gira en torno a la calidad y el trato humano. En el mismo local puedes ver la tostadora, oler el café en pepa tostado y disfrutar de una crêpe elaborada en el momento.
Qué significa tostar tu propio café
Para muchos, el café es simplemente un producto que se compra y se sirve. Para Lola, tostar su propio café es mucho más que eso.
Tener una tostadora en el mismo local le permite controlar todo el proceso y adaptar el tueste al perfil que a ella le gusta. Es una forma de crear un café único, fiel a su paladar y a lo que quieren sus clientes.
Por ejemplo, Lola también prepara y vende café molido torrado, ideal para quienes prefieren una molienda lista para cafetera tradicional o italiana. Esto permite ofrecer más opciones y llegar a diferentes tipos de consumidor.
Además, puede mantener precios accesibles. “Hacer barrio” – como dice ella – es una prioridad: hablar con las vecinas, explicarles cómo es un buen café, ofrecer un producto honesto y cercano.
Qué es importante al elegir y tostar café
Uno de los pilares del proyecto es la selección del grano. Lola trabaja únicamente con empresas que le garantizan café de la última cosecha, bien conservado y trazable.
Actualmente, en su carta puedes encontrar desde café tostado sin descafeinar en grano para los más puristas, hasta opciones para quienes desean comprar café molido arábica de excelente calidad para preparar en casa.
Además del producto, para ella es fundamental la relación con los proveedores. Si vienen a verla, le cuentan su historia y le hablan de su café con los ojos brillantes, la confianza se multiplica.
Los favoritos de la casa
Aunque en Café Colomer puedes probar distintos orígenes, los más populares siguen siendo café en grano Colombia y Guatemala. Son cafés versátiles, con notas equilibradas y muy bien aceptados tanto por iniciados como por expertos.
La venta de café en grano se ha convertido en una parte esencial del negocio, ya que muchos clientes desean llevarse a casa el mismo sabor que disfrutan en la cafetería. Y saber que ha sido tostado allí mismo hace que la experiencia sea aún más especial.
El café de especialidad en Valencia: presente y futuro
En los últimos años, Valencia ha vivido un pequeño boom del café de especialidad. Cada vez más personas se interesan por lo que hay detrás de una buena taza: de dónde viene el grano, cómo se tuesta, cómo se prepara.
Sin embargo, como explica Lola, todavía queda mucho por hacer. Hay desconocimiento, mitos, confusión. Por eso, el trabajo de pedagogía sigue siendo clave. En Café Colomer, se habla de café con naturalidad, sin pretensiones, acercándolo a quien tiene curiosidad.
“Ojalá fuéramos más los del café del bueno”, dice Lola con una sonrisa. Y en su cafetería, cada taza es un paso más hacia ese deseo.